Principios del siglo XIX. Una Norteamérica no independizada todavía de la corona británica, donde la magia y los conjuros del folclore son tan efectivos entre el hombre blanco como entre los pieles rojas. Alvin ha nacido en el seno de una familia de colonos que se dirige al oeste. Es el séptimo hijo varón de un séptimo hijo varón, y por las prodigiosas circunstancias de su nacimiento, está llamado a ser un hacedor; un antagonista de los poderes innominables que persiguen la destrucción de todo lo creado.
Peggy no es una niña muy corriente. A pesar de ser tan pequeña tiene una gran carga. Y es que Peggy es una tea. Ser una tea no es tan bueno como muchos podrían creer. Peggy es capaz de entrar en las profundidades de cualquier corazón, conocer las emociones y los actos más oscuros de cualquiera que le mire a los ojos. También puede comprender el futuro. Poseer este don no es fácil y la culpa es algo que siempre la acompañará. Y es que no siempre la historia puede acabar bien.
Un día de tormenta, la família Miller llega al pueblo buscando cobijo. Ese día Fe Miller dará a luz al séptimo hijo varón de un séptimo hijo varón. Peggy comprenderá lo importante que será ese niño para el mundo y se hará la promesa de protegerlo de la muerte, aunque en ese mismo instante ya sabe que no será tarea fácil.
El séptimo hijo es el primer libro de la saga Alvin Maker ("El Hacedor"). Esta historia transcurre en una América antes de ser libre, donde conviven personajes históricos y la magia. Aunque muchos piensen que la magia es pura superstición, la verdad es otra bien distinta. Y si la magia tiene un papel importante, la religión no se queda muy atrás. Es muy interesante como el autor, a través de los personajes, nos presenta dos creencias distintas pero que a la vez son muy parecidas.
El primer libro nos relata la infancia de Alvin Miller. Ser séptimo hijo varón de un séptimo hijo varón no es fácil, parece ser que la magia y unos dones de lo más útiles le rodean. Pero no sólo esto, también la muerte lo persigue allá por donde va. Alvin llamará a su enemigo invisible el Deshacedor, una fuerza cuya motivación es la destrucción de todo, y a través del agua o utilizando a otras personas, intentará acabar con Alvin cueste lo que cueste. La tarea de Alvin es comprender y aprender a utilizar su don para poder ganar la batalla.
Es un libro muy introductorio, donde el autor nos presenta a los personajes, nos sitúa en escena y nos prepara para lo que vendrá más adelante.
Parece una saga que promete mucho y seguiré con ella sin dudarlo.
El sétimo hijo posee
Premio de fantasía 1987
Locus de Fantasía 1988
Premio Ditmar 1989
Finalista Premios Nebuda y Hugo
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